Por Arzobispo Gregory M. Aymond 13 de septiembre, de 2024
Al clero, religiosos y laicos de la Arquidiócesis de Nueva Orleáns:
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
Los sobrevivientes de abusos siguen siendo motivo de preocupación y oración diaria. Como les dije cuando solicitamos la reorganización del Capítulo 11, nuestras principales prioridades son ayudar a los sobrevivientes de abusos a encontrar un camino hacia la sanación que incluya una compensación justa y equitativa para ellos, al tiempo que se crea un ministerio arquidiocesano más sostenible económicamente para el futuro. Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo de conciliación que logre este objetivo.
Hoy hemos alcanzado un hito en este proceso. Es con gran esperanza que les comparto que hemos presentado el PLAN DE REORGANIZACIÓN DEL CAPÍTULO 11 PARA LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE NUEVA ORLEÁNS, FECHADO EL 13 DE SEPTIEMBRE DE 2024. Si bien todavía queda mucho trabajo por hacer, esto nos permitirá avanzar y comenzar a concluir estos procedimientos. Estoy agradecido de que hayamos tenido conversaciones productivas y profesionales con los comités y quienes los representan, y espero que esto continúe. Esas conversaciones han sido un factor importante para llegar a este punto.
El Plan es nuestra propuesta de acuerdo para compensar a los sobrevivientes de abuso y, una propuesta de cómo la administración de la Arquidiócesis de Nueva Orleáns operará en el futuro. También incluirá un conjunto de propuestas “pactos no monetarios” que seguimos negociando con el comité de sobrevivientes de abuso. Estos pactos no monetarios, son acciones que nos comprometemos públicamente a tomar, para continuar con nuestro compromiso de garantizar que nuestras parroquias, escuelas y ministerios sean lugares seguros para que todos crezcan en la fe, se eduquen y participen en el ministerio.
Sabemos que ninguna cantidad de dinero puede brindar una sanación completa. Para la mayoría de los sobrevivientes, este es un sufrimiento que ha persistido durante 40 e incluso 50 años. Por el dolor de aquellos que han sufrido abuso, lo sentimos de verdad. Lamentamos que el abuso haya ocurrido, causando décadas de dolor a los sobrevivientes. Nos comprometemos a continuar con nuestro trabajo que ha sido eficaz para proteger a los niños, y seguimos rezando para que nuestras acciones, descritas en este Plan, brinden sanación a los sobrevivientes ahora y en el futuro.
El tiempo y el costo asociados con esta bancarrota han sido frustrantes para todos y, no han beneficiado en nada ni han sido justos para los sobrevivientes, la Iglesia de hoy y, todas las partes interesadas. También sabemos que hoy es el comienzo de un proceso para cerrar el caso y, que hay muchos pasos más antes de llegar a una verdadera conclusión. Deseo solicitar su paciencia y sus oraciones mientras continuamos este proceso.
Nuevamente, hoy es un día de esperanza para el futuro de la Arquidiócesis de Nueva Orleáns. Sepan que sigo comprometido a seguir adelante y a lograr la sanación de nuestra Iglesia local. Les deseo las bendiciones de Dios, soy,
Atentamente en Cristo, Reverendísimo Gregory M. Aymond Arzobispo de Nueva Orleáns